Existe actualmente una marcada tendencia a pretender bajar de peso siguiendo las llamadas dietas milagro, sin considerar el peligro de perder grasa demasiado rápido con las severas consecuencias que ocasiona a nuestro organismo. Lo recomendado es acudir a un especialista del área nutricional y recibir atención personalizada, en la estructuración de una dieta equilibrada en consonancia a los requerimientos particulares, con el objetivo de llegar al peso corporal ideal.
Dietas milagro o el peligro de perder grasa demasiado rápido
Las llamadas dietas milagro forman parte de una moda espasmódica, pues cada cierto tiempo aparece una nueva en la palestra, sin ningún aval profesional ni científico. Ofrecen mágicos resultados para perder peso en corto tiempo, hasta dos, tres y cuatro kilos semanales, con un mínimo esfuerzo. La mayoría consisten en regímenes alimenticios hipocalóricos y son sumamente restrictivas en cuanto a ingesta de nutrientes, algunas incluso se basan en el consumo de un solo alimento (col, alcachofa, tomate, etc).
Antes de embarcarte con alguna de estas supuestas soluciones milagrosas, es importante tener claro que bajar de peso no es equivalente a perder grasa y hacerlo sin control profesional, implica el riesgo de caer en el efecto rebote además de comprometer tu salud integral.
Peligros de perder grasa demasiado rápido
Al pretender quemar grasa rápidamente lo más seguro es que logremos un resultado adverso, es decir, bajaremos pronto de peso y obtendremos delgadez, pero a expensas de perder líquido y masa muscular en lugar de grasa.
La falta de energía que provoca una dieta hipocalórica es compensada por el organismo con la destrucción de proteínas, generando una importante pérdida de masa muscular. Desde el punto de vista metabólico, el organismo utiliza la proteína del músculo como sustrato energético inmediato y no la grasa. También el tejido óseo puede terminar afectado, aunque en menor proporción.
Por otro lado, cuando consumes menos calorías el cuerpo recurre a sus reservas de glucógeno hepático. Debido a que el glucógeno se encuentra en base acuosa, esto trae como consecuencia una importante pérdida de líquidos con el riesgo a sufrir deshidratación, fatiga, afecciones renales y hepáticas.
Asimismo, las dietas milagro pueden conllevar a una pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales. Tal déficit genera irritabilidad, falta de concentración, lesiones cutáneas; favorece la osteoporosis, anemia y alteración en la coagulación sanguínea.
Alteración hábitos alimenticios
Un peligro inminente, que desencadena daños psicológicos a largo plazo, es la alteración de los hábitos alimenticios. Esta alteración podría provocar trastornos en la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia, los cuales son muy difíciles de erradicar sobre todo en personas que enfocan su autoestima con base a la apariencia física.
De manera particular, con la pérdida rápida de peso existe una alta probabilidad de que ocurra el efecto rebote y sin duda éste sería un motivo de frustración, que podría llegar al extremo de generar depresión entre otros problemas de salud.
La pérdida de peso que ocurre en estas condiciones resulta insostenible en el tiempo, pues se produce por la reducción drástica de calorías, privación de nutrientes y restricción de algunos alimentos, pero la persona NUNCA aprende a comer bien. El cuerpo detecta tales carencias y activa una serie de factores neuroendocrinos que cuando se retoma la ingesta normal, te hará recuperar el peso perdido y probablemente mucho más, ya que con la pérdida de masa muscular también será menor el metabolismo basal.
Con el efecto rebote terminamos ganando más grasa que músculo y seguramente caigamos en un espiral de ciclos intermitentes, asumiendo otra dieta milagro para luego volver a recaer creando peor estado funcional, así como aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica.
En tal sentido, es imperativo concientizarse bajo la premisa de que para perder peso no existen fórmulas instantáneas, se requiere de paciencia y un cambio de hábitos alimenticios que garanticen bienestar sustentable, con el peso correspondiente a las características propias de cada persona.
Recomendaciones para perder peso de forma saludable
La pérdida de peso debe ser lenta y progresiva, considerando que los parámetros normales apuntan a no perder más de un kilo a la semana y dependiendo de cada persona incluso menos. De hecho, lo recomendado es deshacernos de unos cinco a seis kilos en dos meses a fin de no poner en riesgo la salud ni sufrir el efecto rebote. Ten en cuenta que esto en cada persona funciona de manera diferente y al principio siempre se avanza más.
Paraperder peso de forma saludable, resulta fundamental contar con laasesoría deun especialista licenciado en nutrición humana y dietética que nos acompañe durante todo el proceso y fases subsecuentes, de manera que se eviten posibles daños al organismo y garantizar un correcto equilibrio nutricional; además es conveniente incluso reforzar en algunos casos con apoyo de terapia psicológica.
Otro aspecto indispensable a tomar en cuenta consiste en complementar las pautas alimentarias junto a un estilo de vida saludable, que incluya la realización de actividad física regular, al menos 3-4 veces por semana durante unos 30-40 minutos, con el objetivo de aumentar el gasto calórico al tiempo de mantener la masa muscular.
María José García
Diplomada en Educación Física
Graduada en Educación Primaria
Doble Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Nutrición Humana y Dietética
Master en fisicoculturismo y fitness (IFBB y FEFF)
Master Universitario en Nutrición especializada, patológica y coaching nutricional
Master Universitario en Nuevas tecnologías. (Para la educación y aprendizaje digital)